De todos los aspectos señalados en el aparte anterior, y para efectos de esta investigación, solo se desarrollará el primero, es decir el Control Médico Deportivo por ser la forma de expresión mayor de la Medicina Deportiva en el Entrenamiento Deportivo, la base teórica fundamental que da origen a esta investigación.
Según Alonso (2000) el control médico deportivo comprende el estudio de los conocimientos de las ciencias médicas necesarias para la vigilancia de la salud y del desarrollo físico de las personas que practican actividad física y deportes. Con las informaciones que se obtienen mediante el control médico se logrará la ayuda necesaria (labor profiláctica de la medicina deportiva) para aplicar métodos racionales de entrenamiento. Ayudar a conservar la salud solamente puede hacerlo el individuo que tenga un cierto nivel de cultura médica y éstos conocimientos le son tan necesarios al profesional del ejercicio físico, como su propia especialidad con ello el profesor o entrenador será un eficaz colaborador del médico deportivo.
Esto último señalado justifica totalmente la presencia de la medicina deportiva como asignatura o disciplina dentro de la formación del profesional del ejercicio físico; ya que ambos (profesional del ejercicio físico y de la medicina) trabajan con la misma materia prima (el hombre) y por tanto el del ejercicio físico necesita conocer los elementos básicos que conforman esta ciencia; no para sustituir al equipo médico, sino para trabajar en conjunto o integrado con él y poder solicitar y comprender los resultados que se generan de los diferentes tests que se utilizan en esta ciencia; y de aquí traducir estos resultados en aspectos pedagógicos (carga física) con el objetivo de mejorar el entrenamiento y lograr altos resultados deportivos (ob.cit).
En ese sentido continúa señalando Alonso (2000) que por eso debe existir una estrecha colaboración de trabajo entre el equipo médico deportivo (médicos, psicólogos, nutricionistas, fisiólogos, bioquímicos, antropólogos) y el profesional de la actividad física para determinar por la observación y las investigaciones o pruebas funcionales, el nivel de esfuerzo físico a que puede ser sometido el atleta durante el entrenamiento, estas observaciones se realizan en el propio campo deportivo y también en el gabinete.
Este último aspecto destacado (observaciones se realizan en el propio campo deportivo) es un elemento muy importante; ya que es en el entrenamiento donde el equipo médico deportivo, en especial el médico, tiene su mayor trabajo, pues es donde suceden determinadas respuestas biológicas que pasan inadvertidas para el entrenador, siendo éste, dado sus conocimientos, el encargado de detectar las mismas, con el objetivo de realizar la labor preventiva para ayudar (como ciencia aplicada que es) a la labor del entrenador (Alonso, 2000).
De modo que formar parte de un equipo médico deportivo implica el estar en los entrenamientos para colaborar con el entrenador, sentir aquellas cuestiones agradables y desagradables que son resultados del trabajo físico deportivo. Ser parte de un equipo médico deportivo y no sentir el sudor del atleta, es como ser cirujano en cardiología y no querer ensuciarse las manos de sangre durante la misma (Alonso, 2000).
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